Arco de la Mora en Zuera

Foto: Jesús Tornero Gómez
Casi a la entrada de Zuera, sobre la llamada “Huerta chica” y rodeado por la autovía se encuentra el llamado «Arco de la Mora» que atraviesa el barranco de su mismo nombre. Su aspecto actual no tiene nada que ver al que tenía hace unos años, es más parece una obra nueva ya que el viejo arco se encuentra “encofrado” por el hormigón del nuevo. Este supuesto viejo acueducto aparentemente inacabado ha sugerido una leyenda según la cual fue construido por los moros con la intención de subir el agua del Gállego al monte pero quedó por finalizar, avala esta tesis unos “agujeritos” u ojos excavados en el talud, poco más abajo que el arco.

La impresión personal, recogida en su día por el párroco Andrés San Martín, es que el arco en sí tenía funciones de canalización del agua que bajaba por el barranco para que ésta no dañara la acequia de Candevanía que pasa justo por debajo. Además en este punto la acequia pasa por un acueducto bastante alto, quizás de unos cuatro metros de altura, construido en cemento macizo, sostenido también por un pequeño arco que conduce las aguas de la escorrentía procedentes del barranco donde se encuentra el arco mayor. Por cierto este arquito bajo se encuentra casi cegado por las continuas escorrentías de grava que se depositan en el lugar tras las inundaciones, lo cual no deja de ser peligroso y sería aconsejable limpiarlo, además es también una buena obra de ingeniería hidráulica que merece la pena conocer.

Sobre la construcción se dice que es romana, árabe, pero el apuntamiento del arco primitivo indica que se trata de una construcción gótica y por tanto seguramente no anterior al siglo XIV. Aunque es posible que las obras para contención de las “avaladas” sean muy anteriores y que el remate del arco tuviera la doble función decorativa y a la vez el cierre contrarrestara la fuerza del agua proveniente de la Val.


Foto: Carlos Blazquez
El acueducto se encuentra enclavado a la salida de una estrecha y honda val escarpada y cubierta por abundante matorral. Anteriormente a su reciente restauración,  consistía en un canal sostenido por dos arcos ligeramente apuntados y apoyados en una de las vertientes del barranco, dejando la otra desprotegida, no se sabe si por qué no se acabó, o porque se derrumbó en algún momento. La construcción original, básicamente en piedra caliza aprovecha las características del terreno, con una disposición tosca en cuanto al relleno del muro, las jambas del arco mayor están bien reforzadas por la sillería, así como el intradós que se apoya sobre dos salientes a modo de contrafuertes interiores, sin duda para dar mayor sujeción y resistencia al mismo, el arco más pequeño no llega hasta el suelo por lo que da sensación de cortado. Es un lugar común atribuir grandes obras hidráulicas a los árabes e incluso con leyenda incluida, cosa esta última que no ocurre en el presente caso lo cual no deja de ser curioso. No obstante las características que se apuntan indican hacia una construcción, al menos, posterior al siglo XII, aunque hay quien opina que sus cimentaciones son de época romana y que sus orígenes van paralelos a los de la acequia de Candevanía que discurre a sus pies, a la cual se le atribuye este origen.

Según el Mapa Topográfico Nacional de España la cota a la que se encuentra el Arco de la Mora es de 323 metros sobre el mar, para encontrar una cota similar en el cauce del rio Gállego de donde poder captar el agua hay que remontarse hasta Gurrea de Gállego, lo que indica la dificultad para elevar las aguas hasta ese lugar.

Estado actual del Arco que recuerda las dibujos de los cuentos de las Mil y una noches
A raíz de la última entrada en la que hablaba de los “Agujericos” que se encuentras próximos. Se barajan barias posibilidades, una de ellas es que los mencionados orificios tengan que ver con fuentes o canales subterráneos de agua, depósitos que elevaran el líquido hacia allá arriba o incluso cuevas prehistóricas, también alguien me ha sugerido que el nombre de Zuera provenga de Zoco, al encontrarse la localidad próxima a una calzada romana y que los mercados solían ubicarse precisamente en los caminos principales. Lo que si sería bueno es que se pudiera investigar e indagar cual es el origen cierto de estos elementos tan interesantes.








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