El Cristo de Goya en el Pilar

Hace unos días me enteré de una leyenda que circula sobre este Cristo que se conserva en la Basílica del Pilar (Zaragoza), justo frente a la columna por la que pasan los peregrinos para ser adorada, es decir en el centro del pasillo que existe entre la Santa Capilla y el Altar mayor y de espaldas a éste.
La talla barroca representa a Jesucristo en la Cruz pero con una peculiaridad respecto de otras y es que en lugar de estar con la cabeza yacente, la tiene erguida o como dirían los entendidos “en majestad” con fuerza expresiva, mostrando un dolor desafiante y no resignado, mirando hacia su costado izquierdo y hacia el cielo.
Me contaron que en principio la situación de la cabeza era diagonalmente contraria es decir, miraba hacia abajo y a su costado derecho, fue entonces cuando en cierta ocasión se le acercó un pobre y le besó en la mejilla derecha, percibido de ello un rico que andaba por allí, quiso hacer el mismo gesto devocional y para ello, sacó de su bolsillo un pañuelo y lo dirigió hacia la mejilla que había besado justo antes del pobre, con intención de limpiar la zona que había besado el indigente, en ese momento la cabeza del Cristo se giró para quedar en su posición actual.

A mí me da la sensación de que lo que está haciendo Jesucristo es buscar las pinturas de Goya que se encuentran justo a su izquierda en la intersección de la nave lateral que da al Ebro y ese mismo pasillo y no me extrañaría que esa fuera la respuesta del Señor ante alguna pregunta que se haría algún canónigo que pasara por allí sobre ¿Cuál de las pinturas que rodean a la Santa Capilla, serían las que más agradarían a Dios?, No me cabe ninguna duda que esa fue la respuesta a tal incertidumbre.

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